31 mayo 2011

De nuevo en La Fernandina

Pues el otro día volvimos a La Fernandina, yo el viernes pasado trabajaba de noches y decidimos acercarnos por la mañana a pescar a la misma zona donde estuvimos días atrás, y de nuevo, no nos defraudo.

Empezamos a pescar con spinner-baits batiendo agua a la espera de coger algun bass que estuviera comiendo, pero la verdad es que este precioso bass tardó un poco en salir. Con un peso de unos 800 gramos, empezó a mejorar el día.


Al poco de seguir andando y dado que la zona en la que estabamos hay mucha vegetación sumergida, muchos arbustos sumergidos, opté por poner un paseante pequeñito color gris, imitación alburno.
De vez en cuando atacaban el señuelo algunos pececillos, pero sin fortuna, hasta que llegamos a una zona en la que al realizar un lance en paralelo a unas ramas, un tironcito sutil para empezar la recogida y escuché un gran estruendo en el agua, un buen bass habia atacado mi paseante.
Este black bass dio mucha guerra y depues de la lucha, foto, pesaje y al agua. 
Es el mayor bass que capturo con un paseante, con un peso de 1,2 Kg, me dio muchísima alegría estrenar de esa manera el paseante.


Despues un bass de un kilo que me entró a una spinner-bait recogiendo a toda ostia, estaba pescando en una zona cuando de repente vi un ataque, un pequeño alburno saltaba despavorido por la superficie del agua ante el acoso de un depredador, en esto que lanzo mi spinner a la zona por la que se encontraban pero mientras lanzaba, vi como mi lance se iba a ir desviado, a si que empecé a recoger muy rapido para volver a lanzar a la zona donde estaba viendo el ataque, cuando a un metro de la orilla, zassssssssssss un bass ataca mi spinner, impresionante lo ví perfectamente.
Este precioso bass pesó un kilo justo.


Despues tuve una idea, dado que los peces estaban detras de los alburnos, y yo tenia un pececillo blanco guardado entre mis señuelos, decidí ponerselo de trailer, ponerselo en el anzuelo de la spinner para darle una sensación mayor de que un pequeño pez escapa.
Miguel y yo no reimos un rato puesto que era un invento algo raro, pero que al final, me deparó una grata captura.




Un saludo a mis lectores, en cuanto vuelva a salir otro ratejo de pesca, os contaré que tal se me ha dado.

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